La actual escasez de unidades de disco de PlayStation 5 continúa frustrando a los jugadores, especialmente a aquellos que compraron la PS5 Pro sin disco. Desde el lanzamiento del Pro en noviembre de 2024, la demanda de la unidad independiente ha superado con creces la oferta.
Inicialmente diseñada como un periférico para la PS5 solo digital, la unidad se volvió esencial para los propietarios de PS5 Pro que querían jugar juegos físicos. Este aumento de la demanda ha llevado a una situación que recuerda inquietantemente al lanzamiento inicial de PS5 en 2020, con revendedores que adquieren y revenden agresivamente unidades a precios exorbitantes.
Los sitios web de PlayStation Direct de EE. UU. y el Reino Unido permanecen constantemente agotados, con disponibilidad limitada en minoristas externos como Best Buy y Target que solo ofrecen un alivio pasajero a una gran cantidad de clientes frustrados. Los altos precios de reventa exacerban el problema, agregando un costo significativo a una actualización de la consola que ya es costosa.
El silencio de Sony sobre el asunto es sorprendente, especialmente considerando los esfuerzos anteriores de la compañía para abordar los problemas de la cadena de suministro. La elección de diseño de la PS5 Pro de omitir una unidad de disco incorporada ha sido un importante punto de controversia desde su presentación en septiembre, agregando aproximadamente $80 al costo de la consola al comprar la unidad directamente de Sony. Dado que los revendedores aumentan aún más los precios, muchos fanáticos de PlayStation se enfrentan a una espera prolongada hasta que la situación mejore.
